lunes, 14 de diciembre de 2009

APOLOGIA DEL CINE EROTICO



Desconocer el nexo sensual entre el espectador y la pantalla es no entender la química básica del cine. Contemplar un cuerpo desnudo, un beso, una caricia, un espasmo de goce o dolor, es parte del ritual pagano que el cine ha logrado hacer suyo desde hace ya mas de cien años. Desvelar los cuerpos y aún las almas de los personajes que vemos en la pantalla es una energía movilizadora, como lo es siempre el Eros, entendido como parte natural de la condición humana. No como un instinto pecaminoso del que hay que avergonzarse.
Porque el arte es transgresión, cada cierto tiempo surgen títulos y autores, que marcan un hito en el desarrollo de las libertades humanas. A causa del erotismo, el cine, ha sido acusado de irreverente, ofensivo, pornográfico, inmoral y antisocial. Pero ha servido para derribar tabúes, despejar fantasmas, burlar censuras y destruir falsas concepciones sobre el individuo.
Monsieur Foucault dijo -a diferencia de lo que se cree-, que el sexo No es algo de lo que no se habla. Al contrario, se habla y mucho. Y que tanto discurso sobre el sexo es una forma de represión de la sexualidad individual realizada por la cultura misma. Mmm. Permítanme disentir.
Pongámoslo así: hay cosas de las que nunca está de más hablar. Que lo que se dice, nunca es suficiente. Sobre todo cuando muchas veces se hace en forma superficial. Cuando la cháchara oculta la verdadera ignorancia sobre un tema. Cuando se disfraza el miedo con la chacota.
Así que si le dicen que el sexo y el erotismo son tema trillado. Que matan la magia y le misterio. Que es un tema sobrevalorado y sobreexplotado por los medios de comunicación. No importa. Nunca es suficiente.
Siempre será oportuno revisar los Buñuel, Pasolini, Bertolucci, Oshima, Tinto Brass, Russ Meyer, Almodóvar o Walerian Borowycz que desnudan la existencia humana a través del sexo.
Y revisar títulos más recientes como: “Lucía y el sexo”, de Medem; “Intimidad”, de Chereau; “Mentiras”, de Jang Sun Woo; “Romance”, de la Breillat; “9 songs”, de Winterbottom; o “Shortbus”, de J Cameron Mitchell.
Mejor pasar por sexópata que pecar de reprimido.

Daniel Olave M. Periodista. Relator taller de SEXO, CINE Y SOCIEDAD (Cine Hoyts La Reina. Del 7 de noviembre al 12 de diciembre).
Publicado originalmente en revista "Rompiendo el silencio" (Diciembre, 2009)

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